Hacienda estudia subir el impuesto al tabaco y frenar la guerra de precios
La guerra de precios desatada en el sector del tabaco por Philip Morris, la dueña de Marlboro y Chesterfield, ha hecho saltar todas las alarmas en el Gobierno, que está estudiando ya una subida impositiva para frenar las rebajas.
El Ministerio de Hacienda tenía previsto recaudar este año 780 millones con los impuestos especiales del tabaco, pero la caída de las ventas ha provocado que tan sólo hasta abril se hayan recaudado ya 160 millones menos y, ahora, en plena guerra de precios, y a falta de los primeros datos, los ingresos del fisco podrían estar desplomándose.El Ejecutivo parece dispuesto así a tomar medidas, aunque no está claro todavía cuál podría ser el recargo fiscal y cuáles son los impuestos que se modificaran.
Si suben los impuestos harán muchas cosas bien:
1.- Recaudar más para contribuir al coste social y sanitario de los fumadores.
2.- Que se fume menos, menos enfermedades, menos dolor.
3.- Que los más jóvenes tengan más difícil acceder al tabaco sean menos.
4.- Evitar la competencia desleal a los países limítrofes que tienen el tabaco más caro.
5.- Que nos «atufarren» menos en las entradas de los establecimientos.